20 de abril de 2010

20 de Abril.- Wilson on King Crimson

En entrevista el músico y productor británico Steven Wilson habla de su relación con Robert Fripp y de la edición en 5.1 sonido surround de toda la obra de King Crimson, mientras que en su libro de memorias el baterista Bill Bruford recuerda su paso por ésta y otras bandas igualmente legendarias.
En agosto de 1969, Robert Fripp, músico inglés de 23 años de edad, grabó, en un lapso de diez días, In the Court of the Crimson King, “álbum que sentenciaría el inicio de un legado musical que no sólo define, identifica y enaltece al rock británico, sino lo aproxima a la inmortalidad”, dice el inglés Steven Wilson, músico y productor de proyectos como Porcupine Tree, No-Man o Bass Communion, responsable de llevar la discografía en estudio de King Crimson de estéreo a 5.1 sonido surround, en ediciones de discos dobles (CD/DVD Audio) acompañadas de materiales inéditos y tomas alternas (los DVD contendrán, además de la mezcla en 5.1, videos de archivo de las distintas épocas del grupo).

Con el lanzamiento de este catálogo se conmemoran cuatro décadas de la banda, que realizó su primer ensayo el 13 de enero de 1969. Ese mismo año hizo una residencia en el Marquee Club, un concierto en Hyde Park como telonera de los Rolling Stones y la grabación de su álbum inaugural. En diciembre, antes de su primera gira, se separó por conflictos de egos.

“Dicen que la memoria es el espejo donde encuentras a los que se han ido”, dice Wilson al recapitular los momentos que pasó con Robert Fripp en su estudio de grabación en Londres, mientras trabajaban en la nueva mezcla. “Pero dialogar con fantasmas del pasado es también abrir viejas heridas. Fue una experiencia insuperable escuchar a Robert contar anécdotas sobre el proceso de grabación y sobre la gente que tocó en los discos. Algunos de esos recuerdos aún le siguen generando dolor y mí me resulta inevitable oír, por ejemplo, In the Court of the Crimson King o Lizard sin pensar en toda esa lucha de egos, malos ratos y tanto orgullo que puede existir en muchos artistas y grupos. Gran parte de eso será revelado en las nuevas ediciones”.

La idea de realizar la discografía de King Crimson en 5.1 canales de audio, como el sonido de cine en casa, era inimaginable para Robert Fripp, un atentado contra la pureza del sonido estéreo. “Desde hace varios años he trabajado con Robert, quien ha participado en algunos de mis proyectos. A diferencia de lo que mucha gente cree, es un tipo encantador y humilde, pero su personalidad tradicionalista lo mantenía suspicaz ante la idea de llevar su música a otro formato. Sin embargo, un día me dio todas las grabaciones de Discipline para que hiciéramos la prueba; el resultado lo dejó boquiabierto, lo entusiasmó tanto que decidió pedirme que hiciéramos todos sus discos en ese formato. Estoy seguro de que los seguidores de King Crimson lo disfrutarán de una nueva manera. Es como si fuera una sala de cine, una forma de sentirse dentro de la música; descubres sonidos que jamás habías imaginado”.

Para Steven Wilson, mezclar en sonido surround el catálogo de la legendaria banda parece más un acto de devoción y amor que una labor profesional. “Crecí con estos discos y es muy grande su influencia en mí. Al estar tan familiarizado con la grabación original, traté de ser lo más fiel que pude, pero si escuchan algo nuevo o diferente a la mezcla original es quizá porque a Robert no le gustaba la manera como estaba y aprovechó la oportunidad para cambiarla. La intención fue, precisamente, no tratar de reemplazar o cambiar la mezcla original, sino engrandecer y explicar por qué los discos de esta banda no sólo son obras maestras del rock, sino también una piedra fundamental del rock progresivo.

“La mejor experiencia fue trabajar en Lizard, el disco más complejo e interesante de King Crimson. Para muchos es casi ininteligible, pero yo lo adoro porque es uno de los discos de rock más arriesgados que jamás se hayan hecho. Es tan complejo que sirvió maravillosamente para su traslado a 5.1. En él encuentras avant garde, jazz, rock experimental; es un agasajo sonoro”.

Steven Wilson contó con el absoluto apoyo de Fripp, quien le entregó todas las grabaciones y rarezas que tenía registradas. “El primer paso fue transferir las cintas a archivos digitales, para luego poder recrear las mezclas en estéreo de la manera más fidedigna posible. Surgieron algunos problemas con álbumes como In the wake of Poseidon y Starless and Bible black, pues hay mucho material extraviado, así que tuvimos que atenernos a las versiones de las grabaciones disponibles. Los discos como Discipline, Beat y Three of a perfect pair fueron cuidadosamente grabados y compilados, entonces encontrarán una serie de grandes sorpresas”.

El que Robert Fripp le haya confiado a Steven Wilson la mezcla de todo el catálogo de King Crimson no es un simple gesto de amistad, se debe al prestigio que Wilson ha adquirido en los últimos años al mezclar música para el propio Fripp, Yoko Ono, Marillion y, sobre todo, a su experiencia en 5.1 surround. En 2007, el disco de Porcupine Tree, Fear of a blank planet, fue nominado para un Grammy en la categoría de Mejor Mezcla para Sonido Surround. “Estoy buscando la manera de seguir haciendo discos en 5.1. Es difícil convencer a los artistas de que es la mejor manera de rendir tributo a la música. Muchos creen que sólo se trata de hacerlo como si fuera una película, que escuchas explosiones por todos lados. Así me sucedió a mí, el primer disco de Porcupine Tree que fue llevado a 5.1 fue In absentia. Cuando me lo propusieron no me sentí muy seguro, y eso que estuvo a cargo del especialista Elliot Scheiner, quien ha hecho cosas en ese formato para Fleetwood Mac e Eagles. Pero descubrí que no es así, que lo que hace es llevar a la gente al centro de la acción, como si estuviera parada en medio del grupo escuchando todo lo que sucede. Tengo muchos deseos de realizar la mezcla en surround de grandes obras del rock, como The wall o Animals, de Pink Floyd, o cualquier disco de la buena etapa de Jethro Tull, quizás algo de Rush, de Kate Bush, de Talk Talk o XTC, en fin, muchas propuestas ya están en el aire, es cuestión de tiempo que se realicen. Creo que con el trabajo que hice de King Crimson muchos comenzarán a confiar en esa nueva manera de disfrutar la música”.

En tiempos donde la mayor parte de la música se graba a través de computadoras, al hombre detrás de la mezcla en 5.1 lo que más le impresionó de esas grabaciones que en gran medida datan de los años setenta, es “la manera cómo fueron hechas y la naturalidad de su sonido al usar pocos canales de grabación. Cuando escuchas un disco de King Crimson estás escuchando a una banda en vivo en el estudio. Es algo que se ha perdido parcialmente en la era de grabaciones por computadora, donde todo puede estar maquillado y ser una gran mentira. A enfrentarme a esos materiales descubro con nostalgia y tristeza que ahora la idea musical se ha debilitado, como también la capacidad de ser fiel en una grabación, sin trucos ni engaños”, comenta Wilson, quien supo lidiar con la multitud de fantasmas que transitan y tocan cada nota de los diez álbumes que mezcló del Rey Carmesí.

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