31 de diciembre de 2011

Tu Lado Oscuro Soy

En una libreta vieja encontré el inicio de esto, y a base de tuitazos y pensando en ella, lo mejoré y aumentpe y ahora que lo contemplo, modestia aparte, me gustó el resultado...


Soy el dolor que te envenena, en tu cama la verbena
De tus faldas la mas corta, el diablillo que te exhorta
Soy tu mas cruel aburrimiento, tu sudor en el cemento.
Soy la noche en que no me piensas, un traidor de tus defensas.
La rutina de tu olvido, el rigor de tu gemido
En tus mares soy la sal.


Soy la lágrima en tu almohada, tu sed de madrugada
Tu "sirveme otra cantinero", de tus mares bucanero
Ardor de tus blasfemias, soy tu "cambiemos de tema"
Por quien nunca das las gracias, paladín de tus desgracias
El tatuaje ese que escondes, soy tu cuándo, cómo y dónde


No soy tu padre ni tu amigo, soy el semen en tu ombligo
Soy cada carta que no me escribes, otro mes que sobrevives...
Las croquetas de tu gato, el "luego nos vemos de rato"
El "orina dentro de la taza", las ventanas de tu casa,
Tus urgencias viscerales, tus modales animales
La verdad en tus mentiras, el león donde me tiras


Soy tus desvaríos mensuales, tus victorias magistrales
Soy tu invierno, tu fragancia, velador de tus estancias
Soy el suelo que besas, durante la balacera; la noticia amarillista de la cadena Al Jazeera
Soy tus besos, soy tu purga, cuando bailas tango o murga..
De tu madre los corajes, soy tu lento aprendizaje...


Soy la arena en tus castillos, escurriendo soy la sangre en tu rastrillo
El placer cuando maldices, tu calor, tus cicatrices,
Soy el ron en tu saliva, tu catástrofe intuitiva
Soy la luz, yo soy tu llama, tu voz de gata en brama
Soy llavero de tus llaves, el cerillo que quema tus naves,
No soy tu anillo ni tu vestido, soy tu libido crecido


Soy tu filosofía de Sartre, de tus climas el contraste,
Soy tu "bueno, no te enojes", a quien le presumes que coges
La paleta de tus pinturas, causante de tus amarguras,
Soy el trajín del día-a.día, tu nombre es sabiduría..
Afuera de tu casa yo me quedo... sí me enamore de ti ¿y qué pedo?

31 de Diciembre - Filio: Para la Buena Voluntad

Esta es la canción de Fin de Año ideal:




En este año que se va
hay tantas cosas que se quedarán
tantas sonrisas, tantas palabras,
tantos motivos para amar y amar

En esta año que se va
hay tantos sueños para rescatar
tantas canciones, tantos momentos,
tanto que no tendrá final

La vieja casa que nos vio volar
hoy se despide y nada más

En este año que vendrá
cuánta esperanza nos regalarán
nuevos los brazos y los deseos
para volver a andar y andar

Yo te prometo que no acabará
todo lo que nos procuró la paz

Si bien ha sido el sol nuestro motivo para andar
te dejo esta canción rara la buena voluntad

En este año que vendrá
yo te prometo Patria mía estar
en cada tono, en cada cuerda,
cada canción que nacerá

Porque no es cierto que naufragarás
toma mi canto hoy y mucho más




Este año 2012 creo que será de muy buena voluntad

29 de diciembre de 2011

29 de Diciembre - Crónicas de Expulsión (Fragmento) de Zaría Abreu

Zaría Abreu. Egresada con mención honorífica del Colegio de Literatura Dramática y Teatro, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, escritora, dramaturga y directora. Ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo, emisión 2004 y acreedora a Mención Honorífica por la obra Ángeles Probables, en el VI Concurso nacional de obras teatrales, convocado por la SOGEM y la UNAM.

La conocí en el DF gracias a mi buen amigo el David Aguilar, quien se portó de diez puntos en mi estancia, invitándome a la presentación del poemario "Mientras dure la caída" de esta mujer. Al leerlo, quedé fascinado con el mismo. Tiene esa tristeza con la cual yo me identifico, porque yo he estado así. He aquí un fragmento del poema titulado "Crónicas de Expulsión"

No entiendo nada, aunque lo sospeche todo. La sospecha es en sí misma una certeza. La certeza de una herida. Una herida que no cierra, pero que sigue negándose a sangrar.

Es sábado. Hace frío. Sigo enferma. ¿Enferma de qué?

Hay un poema para esto –pienso- sé que es de Pessoa pero no lo recuerdo.

Se me acabaron los cigarros. Los cigarros tienen la maldita costumbre de acabarse en los peores momentos, justo cuando uno mas necesita de la nicotina.

Salgo al mundo, una cuadra de mundo otra vez, hasta la tienda.

El viejito de la tienda me pregunta: “¿Cómo estás m’hija?”. Oigo el “m’hija” y me dan unas tremendas ganas de llorar.

Quiero decirle que estoy de la chingada, quiero decirle que me acabo de hacer añicos en la esquina justo antes de cruzar la calle, que por eso le estoy comprando dos cajetillas de delicados con filtro a una hora tan temprana.

Quiero decirle que sospeche. Que la herida. Que estoy enferma. Que tengo fiebre. Que la lluvia de este día.

Quiero decirle que mis gatas no me hablan. Que quiero reventarme, que quizá ya me rompí. Que las palabras me traicionan. Que si no recuerda ese poema de Pessoa. Que por favor me diga “Sal de ahí”.

Quiero decirle que me duelen los poros y los átomos. Que la materia de mi cuerpo es del tamaño de una ciruela. Que el vacío con comprobación científica. Que el movimiento y el espacio entre los electrones.

Que la música taladra mis tobillos, mi talón de Aquiles. Quiero decirle que el futuro. Que la primera sílaba de la palabra futuro. Quiero decirle que –El mundo es un gran pastel de mierda-.

Que el cadáver de Omar se pudrió en una cajuela bajo el implacable sol de Tijuana.

Quiero decirle que el amor no existe y quiero decirle que mi amor sí existe.

Quiero decirle que mas que los delicados necesito un paracaídas. Que quiero emborracharme. Que me regale una botella de vodka. Que nada sirve de nada. Que no lloro. Que yo no lloro, que me atraganto con mis lágrimas. Quiero decirle que en lugar de llorar vomito sobre el lavabo todo el miedo.

Quiero decirle que Julio Jaramillo, que un tumor en la garganta, que una noche de luna roja.

Quiero decirle que me regale mil cervezas si está seguro que la congestión alcohólica va a matarme. Quiero decirle que Nacho Vegas y Juan Perro. Que “hay días en los que valdría la pena no salir de la cama”.

Quiero que decirle que mis nauseas, que mi desencanto. Que vivo en el filo de una navaja; en el centro de la pistola recién disparada.

Quiero decirle que estoy azul y sola y leyendo a Rafa Saavedra. Quiero decirle que cada vez que oigo una patrulla estoy segura de que vienen por mí.

Quiero decirle que me duele respirar, que los bronquios se me están reventando. Que mi sepulturero me está traicionando. Que las horas extras. Que el tic-tac de los relojes. Quiero decirle que este día no debería existir – y sin embargo, existe- Que me cambie las tres chelas por arsénico.

Quiero decirle que yo no soy yo, que no estoy parada frente a él, que los latidos de mi músculo cardiaco son una farsa.

Quiero decirle: ¿Porqué no se muere de una puta vez y me muero yo y nos morimos?

En lugar de todo eso le digo: “Bien” (y hablamos del clima…)

Entonces, cuando me da el cambio, me pongo a llorar como una idiota enfrente del mostrador.

Patética y avergonzada cruzo la calle. En la esquina el viejito me alcanza: “M’hija, le regalo estos” (Me pone en las manos una bolsa de kleenex).

Camino otra vez mi cuadra de mundo y justo al sacar las llaves enfrente de mi puerta miro la bolsa de kleenex.

Y no sonrío, pero pienso que –a veces- a este enorme pastel de mierda hay quien sabe ponerle una velita.

6 de diciembre de 2011

A ella...

“Verá usted, Doctor: yo la amaba, con perversidad y bonanza, como aman los hermafroditas”… así empieza una rola de un camarada de andanzas por estos lados que se llama Víctor Valdivia Esparandrapo, y bien pueden ser palabras dichas por mi en el diván de una hipotética consulta a un psiquiatra…

Por que yo si la amo con esos adjetivos tan fuertes, la amé hasta que me asusté, y fue demasiado tarde, no pude enmendar mis errores, no tuve la humildad suficiente para redimirme, para saber que el rumbo que estaba tomando era el incorrecto. Ahora van mas de tres meses de eso y sigo con una esperanza estúpida de verla, de contactarla, de redimirme, cuando se que quizá ya no la veré más, no la abrazaré más, y ni siquiera vea ganas de que ella lo haga.

A todos los eventos culturales a los que voy me gustaría que estuviera ahí, riéndose y siendo lo sensible que era: mi compañera de estética y cambios, de pisadas en la acera del Barrio Antiguo, espectadora respetuosa en obras de teatro, impulsiva niña inquieta que me besaba (y otras cosas más) de manera furtiva, casi sin respeto, con sorpresa y desenfado, de sonrisas que palidecían a la luz y que se apenaba de vez en cuando.
Esos recuerdos: aquel cuerpo, esta pesadez, tozudez (terquedad), imbecilidad multiplicada, moralidad apagada y autoestima desmembrada por los vericuetos espectrales, contingencias ambientales en esta ciudad tan perra: elementos que me joden, que se apoyan en mi cual colmillos impasibles de tiburón ausente, pero no me dejan morir, no me dejo morir. Esos recuerdos que son mas fuertes que todo: esa única y definitiva vez que usó medias de encaje. Sentencia condenatoria de mi autocontrol. Las noches y madrugadas donde hacía gala primero: de mis dotes de ninja, después de amante y volver a empezar hasta la indeseable pero necesaria despedida. La chusca caída resultado del quiebre de una silla en una casa de la calle Aldama, las Alitas en su cumpleaños… El viaje a un municipio del sur de este Estado, donde la alquimia de sus piernas desnudas convirtió mi sudor en oro, en algo mas pesado que el agua: la esperanza, el crecimiento y la aceptación de esto que siento por ella se magnificó ese instante, ese día hasta llegar a hoy…

Me hace falta, no lo niego, pero cuando veo que en sus ojos no hay la misma confianza; esos ojos, cardumen de sentimientos incomparables que causan ebullición y enternecimiento a la pobre, débil atmosfera que tiene la desdicha de cruzar de cohabitar su presencia. Esos ojos que me inspiran a escribir tan desaforadamente… cuando veo en ellos la disminución del estado de cosas, (para establecerlo en conceptos jurídicos), pues prefiero alejarme. Prefiero alejarme hasta que todo vuelva a la normalidad o todo termine por morirse… me siento como la rola “Atroz” de la Barranca, que expresa esa angustia ante la mecha que está por apagarse, que curiosamente, es la vida que se va, por que las rolas de La Barranca son filosóficas, pero eso es tema para otro día…

Sus ojos me recuerdan a esta rola de Filio… porque juran que todo ha terminado…




Letra:

Juré sentirme un día enamorado
Y desperté después solo y vacío
Buscando tu mirada en el espacio
Buscando lo que fue, lo que había sido


Y luego me abracé para olvidarte
Y en ese abrazo di por fin conmigo
No tengo nada más para contarte
No encuentro ni el regreso, ni el camino


Pensé que solo estaba desangrado
Y que tu corazón no estaba herido
Pero no echó a volar más el encanto
Y me quedé en el borde del olvido


Deja que todo sea como esta escrito
No alteres ni una letra en este libro
Rescata de esta historia sólo lo bueno
Lo que tus ojos juran que se ha perdido


Para volver atrás no encuentro el sueño
Para seguir me pierde un laberinto
En tu pequeña mano cabe el tiempo
El mismo que rompió mi desatino


Y si después de todo encuentras algo
Amárralo a la luz de esta ventana
Por donde llego cada día a tu cuarto
Anunciándote un rayo de esperanza


Pero no todo puede haber terminado. Ella tiene una relación ahora, sí, con un tipo con menos carisma que yo, menos culto, menos intenso y hasta he de apostar que peor amante; que se toma fotos tontas en Feisbuc, de disfraces, haciendo caras y divirtiéndose como niños y le escribe todo el puto día que la ama…
Esa relación quizá es la que quería conmigo, pero que no puedo darle. ¿Porqué no? Porque yo puedo darle una mejor. Una digna de “La Rosa”, digno de José Alfredo, digna de decir que no puede vivir mas. Una relación seria en todos los sentidos, lejos de mediocridades y aforismos ininteligentes, de protocolos arcaicos y obsoletos, de figuras muertas…

Se que cuando eso acabe, porque así será, se que me buscará y hasta quiero que lo haga… pero ahora no se que hacer, quiero alejarme, quiero irme, pero también quiero verla… no se que hacer… creo que si me enamoré…

4 de diciembre de 2011

¿Qué vachaché?

El tango es una de las mas grandes creaciones argentinas. Un país de muchos contrastes, contradicciones y estupideces. Esto se da en la Década de 1930. Todo era desolación, pesimismo y muerte. Todo gris. Y de ese entorno social se crea una metafísica en la música (toda metafísica surge de una determinada realidad social), teniendo como figura emblemática a Enrique Santos Discépolo, quien dice que: "el tango es un pensamiento triste que se baila"...

Es imposible abundar a esa monumental frase, solo queda poner un ejemplo de esa metafísica, de esa filosofía, de como un poema, una determinada pieza musical se vuelve inmortal porque abarca verdades inherentes a la condición humana partiendo desde el tiempo en que se vivió.
Menos rollo y ahi va...

Es el tango de 1928 "¿Qué vachaché?" interpretado aquí por Carlos Gardel. Notese la letra



Piantá de aquí, no vuelvas en tu vida.
Ya me tenés bien requeteamurada.
No puedo más pasarla sin comida
ni oírte así, decir tanta pavada.
¿No te das cuenta que sos un engrupido?
¿Te creés que al mundo lo vas a arreglar vos?
¡Si aquí, ni Dios rescata lo perdido!
¿Qué querés vos? ¡Hacé el favor!.


Lo que hace falta es empacar mucha moneda,
vender el alma, rifar el corazón,
tirar la poca decencia que te queda...
Plata, plata, plata y plata otra vez...
Así es posible que morfés todos los días,
tengas amigos, casa, nombre...y lo que quieras vos.
El verdadero amor se ahogó en la sopa:
la panza es reina y el dinero Dios.


¿Pero no ves, gilito embanderado,
que la razón la tiene el de más guita?
¿Que la honradez la venden al contado
y a la moral la dan por moneditas?
¿Que no hay ninguna verdad que se resista
frente a dos pesos moneda nacional?
Vos resultás, -haciendo el moralista-,
un disfrazao...sin carnaval...


¡Tirate al río! ¡No embromés con tu conciencia!
Sos un secante que no hace reír.
Dame puchero, guardá la decencia...
¡Plata, plata y plata! ¡Yo quiero vivir!
¿Qué culpa tengo si has piyao la vida en serio?
Pasás de otario, morfás aire y no tenés colchón...
¿Qué vachaché? Hoy ya murió el criterio!
Vale Jesús lo mismo que el ladrón...

Que letra. Lo deja a uno pensando. Filosófica, jamás pasará de moda. Es por eso que un poema es inmanente, permanece cuando a partir de la realidad histórica en la que vive, abarca conceptos importantes de la condición humana. Por eso Otelo de Sheakespeare no perecerá, porque trata acerca de los celos. Hamlet menos, pues no trata de la muerte de un soberano en Dinamarca, sino en la moralidad de la venganza.

Esa frase: "el verdadero amor se ahogo en la sopa, la panza es reina y el dinero Dios" es fuertísima. En la miseria no existe amor, se ahoga el amor en la sopa, se ahoga en la necesidad, en la desesperación de buscar que comer, porque la panza es reina de todos nosotros.

El dinero reemplaza a Dios en el capitalismo, en este capitalismo que nos carcome, que cada vez mas levanta muros para protegerse. "La razón la tiene el de mas guita". Guita es dinero, y es cierto, porque la persona que tenga dinero se compra un par de canales de televisión, una docena de radios y un periodico y hace que su verdad sea la verdad de todos, por que esos medios le permiten controlar los espacios, y con ellos, la subjetividad de los sujetos. Esta idea es de Michel Foucault, el gran filosofo francés, que durante toda su vida estudió al poder y sus vertientes.

La honradez la venden al contado. Este mundo, esta vida, siempre, será asi....