16 de enero de 2011

16 de Enero - Pedro Morales.- El Otro Barrio





Pedro Morales es un cantautor regiomontano de nacimiento, pero tanto en su forma de verse como en su forma de conducirse parece un híbrido entre regio, jarocho, veracruzano y yucateco: tiene una singular alegría mexicana, una presencia carismática; y sus canciones llenas de sonesitos sabrosos combinado unas letras que hablan del amor a la naturaleza y a todos los seres vivos que los habitan, las manifestaciones sociales, los migrantes, la ciudad, la luna, la noche, el sol y la nieve.

En esta producción, “El Otro Barrio”, cuenta con 13 temas, producido en conjunción con Conarte y la Universidad Autónoma de Nuevo León; Pedro nos muestra esa otra cara de la ciudad, donde nuestra muerte alucina que vuelve a vivir: ese sentimiento cuando nuestro tedio consuetudinario y muy regio se despierta de su letargo castigado de tanto laborar y poco vivir, cuando de repente ve forma distintas en las calles, las paredes y los bosques. Ese tipo de “feeling” Pedro lo narra de forma muy particular en la pieza que abre el disco, homónima del título del mismo. Y es, prácticamente la premisa de éste.

El disco fluctúa entre distintas melodías y pasajes, desde la sentimental y nostálgica “Las Otras Puertas”, que es esa búsqueda que uno hace de si mismo entre toda la cotidianeidad donde se perdió; pasando por las pegajosas “Sin Patinar” y “Vivir empieza”, la tranquila “La Escena”. Haciendo escala en “Estalla en la Calle” donde el discurso de un guerrillero por la justicia te atrapa, y en fragmentos de la canción, nuestro cantante se apresura diciendo frases, describiendo esos espacios de expresión de la ciudad: la barda, la esquina, las calles, las luces. Excelente canción.

La que merece mención aparte es “Por las mismas veredas”, mi favorita personal (junto con “Las Otras Puertas”) que empieza que con un violín desgarrador, la voz de Pedro cantando: “Sueño…que va trepando la ilusión”, antes de explotar cual carnaval veracruzano en un ambiente de alegría y fiesta; la letra estructurada de forma de enlace con la ultima letra de cada verso, como en “Todo se Transforma” de Jorge Drexler, y rebate esa premisa de que los seres humanos somos superiores a cualquier otro ser viviente.

La historia de un migrante es contada en “…o dar la Vida” con la participación en las voces del maestro Mauricio Díaz “El Hueso”, un monstruo de cantautor, quien ayuda a cantar varias estrofas de esta pieza con un mensaje poderoso.

Entre flautas, jaranas, teclados y percusiones, el disco fenece, nos invita Con canciones ingeniosas, visuales, juguetonas con el idioma, pegajosas, festivas pero sobre todo muy reflexivas, a bailar el trino de los “Pajaros Valientes” para que en nuestra ciudad la libertad se haga presente. Es innegable el talento que Pedro tiene como cantautor, tiene una voz bonita y con cadencia que te mantendrá cantando momentos después sin saber por qué, cuando escuchas este disco imaginas el crujir de las hojas en el bosque, la luz de la luna coloreándolas y el canto de los grillos; el mar, caracoles y cielos azules. Un verdadero oasis. Para conseguir el disco, contactar directamente con Pedro, enviando un correo a pedrodelamar@hotmail.com, garantizo que será una buena adquisición.

16 de Enero - La Tierra es un Satélite de la Luna.

Este poema siempre me ha gustado. Lo leí hace muchos años en el desván del abuelo de la casa de un amigo mío. Dicho sitio tenía una bandera rojinegra enorme, un poster del Che. Fotografías de Trotsky y libros, muchos libros: Marx, Engels, Paz, Chomsky, Neruda y más. De entre todos, saqué uno muy pequeño: Un poemario donde venía éste, escrito por Leonel Rugama, nicaragüense que fue apresado y muerto en 1970 en una prisión de por allá. He aquí:

LA TIERRA ES UN SATÉLITE DE LA LUNA

El Apolo 2 costó más que el Apolo 1
el Apolo 1 costó bastante.

El Apolo 3 costó más que el Apolo 2
el Apolo 2 costó más que el Apolo 1
el Apolo 1 costó bastante.

El Apolo 4 costó más que el Apolo 3
el Apolo 3 costó más que el Apolo 2
el Apolo 2 costó más que el Apolo 1
el Apolo 1 costó bastante.

El Apolo costó un montón, pero no se sintió
porque los astronautas eran protestantes
y desde la luna leyeron la Biblia,
maravillando y alegrando a todos los cristianos
y a la venida el papa Paulo VI les dio la bendición.

El Apolo 9 costó más que todos juntos
junto con el Apolo 1 que costó bastante.
Los bisabuelos de la gente de Acahualinca tenían menos
hambre que los abuelos.

Los bisabuelos se murieron de hambre.
Los abuelos de la gente de Acahualinca tenían menos
hambre que los padres.
Los abuelos murieron de hambre.
Los padres de la gente de Acahualinca tenían menos
hambre que los hijos de la gente de allí.
Los padres se murieron de hambre.
La gente de Acahualinca tiene menos hambre que
los hijos de la gente de allí.
Los hijos de la gente de Acahualinca no nacen por
hambre,
y tienen hambre de nacer, para morirse de hambre.
Bienaventurados los pobres porque de ellos será la luna.

La realidad es la única verdad





Del otro lado de la reja está la realidad, de
este lado de la reja también está
la realidad; la única irreal
es la reja; la libertad es real aunque no se sabe bien
si pertenece al mundo de los vivos, al
mundo de los muertos, al mundo de las
fantasías o al mundo de la vigilia, al de la explotación o
de la producción.

Los sueños, sueños son; los recuerdos, aquel
cuerpo, ese vaso de vino, el amor y
las flaquezas del amor, por supuesto, forman
parte de la realidad; un disparo en
la noche, en la frente de estos hermanos, de estos hijos, aquellos
gritos irreales de dolor real de los torturados en
el angelus eterno y siniestro en una brigada de policía
cualquiera son parte de la memoria,

No suponen necesariamente el presente, pero pertenecen a la realidad.
La única aparente es la reja cuadriculando el cielo, el canto
perdido de un preso, ladrón o combatiente, la voz
fusilada, resucitada al tercer día en un vuelo inmenso
cubriendo la Patagonia.

Porque las masacres, las redenciones, pertenecen a la realidad, como
la esperanza rescatada de la pólvora, de la inocencia
estival: son la realidad, como el coraje y la convalecencia
del miedo, ese aire que se resiste a volver después del peligro
como los designios de todo un pueblo que marcha
hacia la victoria o hacia la muerte, que tropieza, que aprende a defenderse,
a rescatar lo suyo, su realidad.

Aunque parezca a veces una mentira, la única
mentira no es siquiera la traición, es
simplemente una reja que no pertenece a la realidad