5 de diciembre de 2009

05 de Diciembre.- Aguas Revueltas

Camino lloviendo, entre una colonia en la que no he estado…me desplazo en medio de esta lluvia estilo londinense que no hace mas que encharcar las calles de este enorme rancho que con un aguacero que en otra ciudad sería normal, aquí termina como réplica de Venecia: imposible de andar a infantería; y antes de arruinar por completo mis zapatos, voy pensando sobre la relación que tengo con el agua, como es el elemento que da vida y lava todo, como el agua y particularmente la lluvia han estado presente en episodios tétricos y bizarros de mi vida, de ese vínculo indivisible e impalpable con la dualidad de hidrogeno y oxigeno…

Pues yo nací en aguas revueltas, a bordo de una barca fría y vacía, en medio del río Mixcoac, del Bravo o del Usumacinta, no se a ciencia cierta… mamá fue la que dio el grito mexicano como tod@s, pero sin que todos los decibeles desprendidos me contagiaran de ello. Quizá es por eso que aún ando buscando el fuego que me caliente…que vida la del salmón: nadando a contracorriente, cruzando barrancos y subiendo cascadas, esquivando a brincos forzados y enérgicos, las rocas ultramarinas, los osos que esperan con la mandíbula abierta, las cigüeñas y aves que vigilan desde el cielo esperando alimento, luchando por sobrevivir con la esperanza de conocer el calor referido.

Seguro fue en la escuela donde el foco me apagaron con tantos orientadores mas desorientados, y por ello a ciegas sigo la brújula que me oriente, sin mas luz que aquel resplandor morado de luz neón que proyecta la fase mas lunar del cielo y que me dice a donde ir.

Persona tras persona, un líder tras otro líder me dieron sus direcciones, pues ya sabes que a río revuelto, ganancia de pescadores…pero todavía es fecha que no he encontrado la ruta del sol naciente, mi sitio oculto en los dominios férreos e intempestivos de Neptuno, ese típico lugar al que se le denomina casa u hogar.

Pero tengo la presunción de que ya se a donde ir, como el agua que discurre a mis pies y que veo que sigue su curso bajando del cerro; entonces mi dirección es imitar al salmón, nadar a contracorriente, por que no ando buscando la felicidad en torno al concepto que tienen los demás, ando buscándola bajo mis propios términos, como buscar mi sitio en filas de asientos vacías en una obra de teatro que nadie ve, mi lugar en eventos fantasmagóricos que parece que no se hacen, donde la cotidianeidad y la corriente nunca me alcancen, por que la cotidianeidad es una vacuna contra la lujuria y la sonrisa alegre, cualidades que, afortunadamente tengo de sobra;



Sigo nadando y abriéndome paso entre la fauna marina que veo a mi alrededor y siento que todos me estorban: me da tristeza ver sus caras con las miradas perdidas pensando no se a ciencia cierta en qué, pero se les nota que ya se establecieron, que ya dejaron de pelear por sus deseos y sueños y que están volviendo a vivir la versión de sus padres, viviendo papeles preestablecidos y roles ya escritos por esta urbe tan industrial e indiferente: trabajar, casarse, trabajar, tener descendencia y seguir trabajando para dar sustento y trabajar, hasta morir.

Por eso al ser un salmón, se tiene también demasiados obstáculos: el conformismo, la flojera, la tristeza, la envidia que les tienen los demás peces por estar aferrados o estar atados a la corriente filosófica y el salmón no, las piedras en el camino, incluso la cacería humana….. que a final de cuentas no da mas que satisfacción cuando encaras esos hechos y subes cascadas con tal de conseguir el calor que te de el hogar, bajo tus términos y no que el calor te llegue a ti, por eso también tengo la paciencia que pensé no tenía y no me desespero, por que sé que el norte del río esta la quimera cósmica que me brindará la flama que me caliente….

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