27 de diciembre de 2013

2. "Eclipse de Memoria" de la Barranca.




No es un secreto que La Barranca sea para mí la mejor banda mexicana de rock de todas las que han existido en este país. Es algo que siempre he dicho. Sus guitarras resuenan de variopintas maneras: a veces son crimsonianas, a veces a lo Radiohead o a lo Hendrix, y puedo decir con toda seguridad que han respetado al rock como debe, y sus letras, aún después de 20 años de trayectoria, siguen hablando de los conflictos inherentes a ese ente extraño y contradictorio que es el mexicano: un ser definido por todos, pero resuelto por nadie.

Este disco, octavo en la carrera de la banda, surge después de un hiato decretado por José Manuel Aguilera (líder y dueño absoluto de la misma) para presentarse con su proyecto en solitario denominado Mitocondrias, en el que presentaba canciones clásicas de la Barranca y experimentó con nuevos sonidos, como las cuerdas y las marimbas. Desde el primer segundo del disco te das cuenta de la presencia de estos elementos, volviéndose gratas sorpresas en el devenir del mismo.

El tema que se trata en el disco se refiere a la oscuridad que a veces se apodera de esa cosa tan selectiva y enigmática como es la memoria humana, que hace que olvidemos cosas o que las recuperemos con más brillantez después de cierto periodo de tiempo, con su consecuente sentimiento de dolor o placer, así como la ilusión de que en realidad eso es controlado por cada uno de nosotros. Dicho espejismo es retratado el “El Alma Nunca Deja de Sentir”, primer tema del disco que marca la pauta en cuanto a la sorpresa de sonidos que nos esperaremos en este material.

Ante La Ley” es el sencillo de este disco, que se presenta con trompetas y trombones a la palestra, dándonos una letra de un alto contenido político, además de filosófica para algo tan inherente al mexicano como el hecho de que un policía lo detenga en la calle: “¿Es el bien o es el mal el que trae al oficial que te ofrece un arreglo seguro?” Simplemente magistral.

Garzas” cuenta con una guitarra acústica muy de Fairport Convention, con un ritmo cadencioso, pero que oculta unas guitarras con slider propias de una canción melancólica de post rock, y como bonus, la Ceci Toussaint está haciendo la segunda voz.

Flores de Invierno” es para mí la mejor del disco: la agonía desde el que ve a un ser querido ser devoradas sus memorias por el Alzheimer o por cualquier otra enfermedad que afecte la memoria, como el estado de coma o la amnesia. Es sublime el feeling que le imprime. La primera vez que la escuché no pude evitar notar que la voz de José Manuel ha mejorado demasiado, y que son las mejores vocales que ha grabado en toda su carrera. No desafina en una canción muy exigente para la garganta.

En Cada Movimiento” y “La Tercera Joya del Sol” demuestren ese jugueteo con las consolas y los sonidos a los que José Manuel experimentó en Mitocondrias; la primera es una canción muy erótica, como de “Princesa Bacana” de Jorge Drexler pero en versión oscura, y la segunda es una canción que le hace de continuación. La voces siguen siendo impresionantes para mí.

Campos de Batalla” parte madres, sacude las ideas: no hay nada más contundente como el hecho de que te digan que la normalidad va a regresar y con ella se van a dormir tus sueños. “Sepan que olvidar también es tener memoria” dice el Martín Fierro al final del famoso poema argentino que lleva su nombre. José Manuel y la Barranca sacan la espada y tratan de rebatir es afirmación. El águila debe volar sola.

No puede faltar en el tema de la memoria, la sensación perpetua del ser humano para que los días no se lleguen y querer detener el tiempo,  en la pieza “Siempre Joven” se refleja ese deseo, y menciono esta canción por que una persona que yo amo demasiado me dijo que quería que esta canción fuera la de sus días ante la adversidad por la que estaba pasando.

Finaliza el disco con la memorable y rulfiana “El Tiempo es Olvido” que en el título viene a resumir la fiera venganza del tiempo que hace ver desecho lo que uno edificó. El causante de la desgracia de Ozymandias. “Bajo el ojo impasible del sol el tiempo es olvido” nos dice, y después nos sentencia el inminente regreso del PRI al poder: “Y el pasado regresa vestido de porvenir”. Hasta el sol se desintegra, José Manuel.

En resumen, este es un discazo, digno de ir y volver a el, como casi todo lo hecho por la Barranca. 

He escuchado que se le define a La Barranca como “el secreto mejor guardado de México” y ante discos como éste, de mí, de nosotros depende que la banda sea más reconocida de lo que ya es. Es nuestro deber ante las cancionsotas aquí depositadas.  



No hay comentarios: