Anathema es una banda inglesa, oriunda de Liverpool, formada por los hermanos Jamie, Daniel y Vincent Cavanagh, y que cuenta con una carrera de 20 años. Es una banda muy particular, en su trayectoria, han sufrido la poca valoración de su música, las cambiantes expectativas del público y la polarización de sus opiniones: tienen los fans más férreos y los detractores más voraces. Empezando como una agrupación de doom metal, después gothic y ahora con sonidos mas atmosféricos y melancólicos que entran en el rock alternativo o progresivo. El sol se verá salir más hacia las costas de los Cavanagh, todo a partir de su nuevo disco 'We're Here Because We're Here', el cual abre el debate de siempre (es que se oye muy metal, muy atmosférico, muy rebuscado, etcétera), pero supieron hacerse de los servicios de uno de los grandes: el maestro Steven Wilson (el cerebro y gurú de Porcupine Tree) quien aparece en los créditos como el mixer del álbum, y cuya influencia se nota principalmente en las armonías vocales, al incorporar 3 voces con distintas melodías.
Con semejante ayuda, el disco es uno de los mejores del año, siendo congruente desde el título: que si bien puede parecer redundante, incluso tonto; sugiere un enfoque nihilista (o posiblemente humanista) de nuestra existencia: que sólo existimos por el hecho de existir. No misión divina, no propósito terrenal, no secreto de la vida. Nada. Título adecuado para un disco que líricamente habla sobre mortalidad, el tedio, la esperanza, lidiar con los fracasos personales, y eventualmente, superarlos. En fin, la historia de la banda.
La música en general es oscura y melancólica, pero por alguna extraña razón no es deprimente, sino al contrario, te eleva el ánimo, te hace reflexionar y me atrevería a decir que las canciones son hasta cierto punto románticas (el estilo de romanticismo que había en el siglo XIX). Las influencias del rock alternativo y moderno post rock como Radiohead y Sigur Ros siguen siendo la principal fuente de inspiración, de modo que obtenemos gratos arreglos minimalistas, teclados tétricos y una atmósfera inquietante que crece a despertar clímax. De sobra esta decir que si te gusta mucho el ruido, este disco no será de tu interés. Empieza con tres canciones brillantes, “Thin Air” con su guitarra simple, secundado por una batería rítmica, y con la voz perfecta, con efectos, llegando a notas que uno no se imagina que Vincent puede llegar a hacer. “Summernight Horizon” es una pieza enorme. Los pianos de película de terror, la influencia de Wilson se nota aquí con las ya mencionadas armonías vocales. Sólo de imaginarme esta canción tocada en vivo se me eriza la piel. La tercera es “Dreaming Light”, de igual belleza, orquestrada y de nuevo Vincent canta de maravilla. Su voz llena de emoción las notas, el aire, la vida, y la esperanza, los cielos de atardeceres. Un monstruo de canción. Desde ahora la favorita personal de todo lo que ha hecho Anathema.
Después el disco tiene una caída leve, con un par de canciones ordinarias y planas. “Everything” de verdad es decepcionante. Estuvo para descarga gratuita en el sitio de la banda desde hace mas de 5 años y la verdad que de tanto oírla en su versión demo, y ver lo mínimo que la actualizaron me dio tristeza, porque esa canción era para mejorarse en la versión final del álbum, en cambio, quedó como un remedo de canción pop. Malo el asunto.Angels Walk Among Us es bastante promedio también y no habla de los angeles per se, sino de las personas cercanas a nosotros que nos ayudan.
Resurge este trabajo al final con “A Simple Mistake”, y el disco fenece. Le falta algo a este disco para que sea un clásico, un trabajo épico que se recuerde, es muy creativo y la mano de Wilson se nota, pero se queda corto, lo cual es trágico, pues con los últimos diez o quince minutos del disco pudieran haber sido como el principio, este sería el trabajo definitivo, casi perfecto de Anathema. Aun así, me dejó un grato sabor de boca y es de lo mejor del año...
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