19 de julio de 2010

19 de Julio.- Boda

El sábado por la noche fui a una boda, y de verdad que no las entiendo: ¿Qué es lo que que las mujeres quieren tanto de ese evento? ¿por qué esa obsesión tan ferviente de tener una? La verdad no es el mejor de los eventos, todas son iguales, producto de la continua formación que tenemos los mexicanos: un salón rascuacho, gente que a leguas se ve que no sabe vestirse de saco y corbata, mujeres con un pedazo de tela de colores llamativos que ellas llaman vestido, strapless, pero que les llega cuatro dedos arriba de las rodillas creyendo que con eso se ven “formales” o “de fiesta”, el típico vaquero que no sabe que si las personas anteriormente mencionadas se ven mal, el se ve peor por que desentona y denota o que es un jodido por que ni para rentarse un traje tiene o que es un aferrado por no arreglarse como debe.

Es un evento cursi por donde lo veas, y este tenía sus particularidades: para empezar en cada mesa tenían una foto de los novios en una de esas poses fingidas, el tipo con su franela de los Acereros de Monclova cargando en sus hombros a la novia hiper maquillada y photoshopeada; las servilletas estaban dobladas puestas en medio de los platos de una forma fálica que perturbaba, un paquete de chicles con los nombres de los novios, y a contracara un versículo de Corintios (asco); la banda tenía cinco innecesarios vocalistas, tres hombres y dos mujeres…¿Por qué una vocalista de un grupo de bodas canta igual que otra vocalista de otro grupo de bodas? Los weyes bailaban mientras una u otra cantaba, ¡ni siquiera tenían guitarra! Solo un teclado, un bajo, batería, eso sí, y hay que reconocerlo es que tenían un sax y una trompeta, y el tecladista entre canción y canción tocaba partes de Roundabout, Blackbird y demás; pero tienen que cantar canciones pendejas que la gente conoce, aunado a una especie de show agregado donde trajeron un imitador de Luis Miguel ¡no mames! Seguido de unos weyes que pretendían ser guardias de seguridad a modo de continuar con la farsa.

La comida estuvo pésima, el postre sin chiste y solo tenían Tecate en botella, cual boda de rancho. Con lo que me hicieron falta unos cigarros.

La gente pasaba sin cesar haciendo una larga fila para saludar a los novios, quienes con risa fingida y con el clásico “que bueno que vinieron” despachaban la hipocresía desplegada; los ex compañeros del trabajo infernal anterior, que aumentan de kilos mientras uno los baja, se acercaron a saludar, la compañera esa, con quien hubo una tensión sexual, me saluda incómodamente mientras me presenta a su acompañante: el joto que tiene antecedentes de peleas por chismes con una de mis mejores amigas. Incomodo ad infinitum, pero se fue rápido, y antes de decir agua va, me fui, sin quedarme a que pasaran las estupideces del baile del billete y las cosas físico-vulgares que hacen los hombres en las bodas.

Es un evento nefasto, ¿Por qué toooodas las mujeres quieren tener eso? Que pobreza de visión. Cada que voy a una boda recuerdo que no quiero tener una, que no son para mí, y si llego a tenerla, seria algo asi medio festivo fuera de protocolo, con Pedrito Morales y su grupo tocando son jarocho, una banda de covers de Yes, Genesis y King Crimson, bebidas, panuchos y demás….

Me cagan las bodas.

3 comentarios:

LaMerry dijo...

Jaja! pensé que era la única que se ponía a analizar las ridiculeces de los eventos clásicos, como bodas, quinceañeras o fiestas en general...

Yo soy mujer y no quiero una boda así. pa empezar ninguna de Luis Miguel, tenía pensado contratar a un grupo de mi pueblito que toca clásicos... creedence, led zeppelin, jimmy hendrix... y sin eso del baile del billete y la liga y esas cosas...
Yo tampoco entiendo como todas quieren eso... y tampoco sé si es porque en verdad lo quieren o porque "fulanita, la hermana de sutana y la prime de mengana lo tuvieron" las mujeres somos unas envidiosas ...y de cualquier pendejada.

Regionauta dijo...

Me da un enorme gusto y un nerviosismo rico que te tomes el tiempo de leerme, de quitarte unos minutos para leer mi blog. Gracias. Siempre me la paso analizando eventos sociales, nunca tengo diversion en esos momentos tan banales. Y mas gusto me da el hecho de sentir que no estoy solo, que pensamos de una forma muy pero muy similar y me siento algo comprendido, no creo tener una boda yo, pero si la tengo, ya esta descrita ahi, con jaranas, ritmos afro y guayaberas, something like that o metalera, nada de iglesia, nada de nada. Gracias de nuevo por pasarte, subire cosas mas seguido, tengo muy olvidado mi blog y mis blogrolls. Nos leemos en tuiter y nos vemos en noviembre

Anónimo dijo...


Hola,
La verdad me identifico mucho con tu manera de ver las bodas,, yo si me case y sigo casado, Pero trate de hacer de eso lo que mi esposa y yo deseabamos que sea, y no lo que la sociedad quiera, sin tanta payasada

me toco al par de meses ir a la boda de un gran amigo, pero lo que vi ahi no me gusto para nada en la entrada unas estatuas doradas, otras dentro del loca, luego unos monos haciendo malavarismo con fuego, siento que acabo con la el protagonismo de su boda qu era el y su pareja


me encanto tu critica a lo
monotono de estos eventos
cada dia mas orquestados en la vanalidad del capitalisto y por hacer de su evento algo espectacular los convierten en un circo

Saludos MJ Poot