18 de mayo de 2012

Justificación, perdón y el único acto que no reúne tales características.

Probablemente todos los actos tengan justificación, incluso perdón, pero hay uno solo que no lo tiene, que de él derivan todas las tangentes, permea el espacio entero. Está desde que te levantas de la cama, cuando se abre la regadera para desperdiciar agua, cuando comemos animales muertos, cuando quitamos árboles para poner estadios, fabricar muebles o construir casas.

Y todo eso, a pesar de lo malo, creo - sin condenar o condonar - que está justificado en aras del comercio (o como dirían en el siglo XX: "el progreso"), la higiene, la supervivencia y el capitalismo. La técnica humana que moldea el planeta mientras lo destruye ("razón instrumental" dirían Adorno y Horkheimer) puede justificarse en grado extremo y si se es muy benevolente hasta necesitar de ella.

El mundo no te va a perdonar los recursos utilizados para que habites la casa o departamento en el que vives, el carro que manejas. Pero son derechos humanos inalienables reconocidos como necesarios y esenciales en practicamente todos los países del planeta. No se puede vivir diariamente sin ellos.

Volviendo al perdón: incluso una guerra puede justificarse (siempre que sea defensiva para mantener la soberanía o la libertad), las revoluciones violentas se justifican, la madre que mata a su bebé para poder dormir (como en el cuento de Chéjov), de un modo u otro, en su estúpida y explotada cabeza trepanada por la locura, cree que es la salida lógica y justificada para que el crío deje de llorar y ella poder dormir.
Todo se puede justificar, porque como lo decía Jorge Drexler: "La vida es mas compleja de lo que parece"

Que lo justificable se perdone, que haya absolución, eso no toca decidir a nadie mas que al ofendido por dicha conducta, es dificil de determinar basado en términos de una tercería no arbitraria. Quizá no existen, y si sí, bien por ellos.

Yo solo encuentro un acto imperdonable, que nos condenó a todos como especie, no tiene perdón, ni justificación, ni arreglo ni absolución.

El único acto imperdonable fue cuando un pez con patas decidió salir del agua a respirar aire, pisó la tierra, caminó y empezó a reproducirse: eso nos condenó a todos...

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