5 de marzo de 2012

05 de Marzo.- La felicidad de un día por fin pude escribirla

Hace mucho que no besaba a nadie.

Hace mucho que no la besaba. Y lo hizo.

Pasó su respiración sobre mi aliento y la supernova no se hizo esperar: lo sentí en mi garganta, lo sentí en el centro, en la periferia y fue como si la cueva gélida y en desuso que es mi boca aún guardara los resquicios para volver a encender el fuego, que las cenizas menguadas del confiable horno de un antiguo herrero en mitad del invierno y con una guerra por delante, volvían a prender.

Pero parece que estoy escribiendo sobre cualquiera, pero no, hablo de mi último delirio, de la última vez que canté las recurrentes notas de la canción de los vencidos, melodía que no chotea ni desentona, hablo de ella. De la que me enamoré y que, por mas que me lo niego, aún sigo temblando de nervios al verla. El delirio constante.

Ella es impredecible, es tan impredecible que es su cotidianeidad: si no se desplaza en ondas, en vórtices y en montañas rusas, no es ella: me habló cuando estaba (como siempre) con la guardia baja (¿o será que siempre ella hace que se baje?) y que yo en mi estupor, falta de práctica e interés y aún así con esa clarividencia que la experiencia y el amor para con ella me dan, noté en su tono de voz que me quería ver, que me extrañaba y hasta, con cierto egocentrismo devenido a vanidad, que se estaba tocando mientras lo hacía.

Su piel olía a lo de siempre, a ese olor que hace caer en esa pelea constante de evitar mis erecciones, que persista la cordura, que ella no es comida y que sus ojos complementan con miradas que derriten la atmósfera...

Hablando de atmósfera, ese día hacía calor, ella tenía antojo, teníamos antojo de vernos... y de un starbucks que yo satisfize a pesar de mi odio a las opresoras empresas trasnacionales gringas promotoras non plus ultra del capitalismo. ¿Qué acaso eso no es amor? Sacrificar un poco, por un momento, la ideología en aras de darle el gusto a mi chica (que en ese momento y en esa tarde lo era). Si eso es, creo que he aprendido bastante de todo esto. Y lo se gracias a ella.

1 comentario:

noek izardui dijo...

Nos llevas pasaje a pasaje,por tantos sitios,y nos haces sentir ese relato con un chasquido de dedos. Me he pasado seguido por aquí,y me he encontrado cosas maravillosas. Abrazo hermano.