12 de julio de 2009

12 de Julio.- Verborrea sobre la musica

“Pobre de aquel, que se acerca a la palmera a componer, una canción que venda discos a granel”, canta Filio, para después rematar, quince años después, diciendo que: “…se acabó el profundo para contar los males de este mundo…”. No puede haber cosa mas cierta: se nos olvida que la música es un vehiculo de arte, un raudal de expresión humana y es la única actividad del ser humano en donde los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro se conectan para trabajar en conjunto en el desarrollo de una actividad en común, en donde las neuronas alcanzan el cenit de su utilidad, donde Cygnus da el balance entre Dionisio y Apollo; pero sin embargo, no hay gente que la aprecie con la magnitud que esta se merece, pues nos ensordecen los beats repetitivos y monótonos, nos fascinan las letras sin sentido y que de preferencia hablen de sexo; y si llegas a prender por error la radio y televisión, se avecina abrumadoramente hacia ti una legión de canciones-mierda que en un mes no escucharás, por que el negocio así es: la música de úsese y tírese, to get-by, o como se diga, las canciones que están hechas para escucharse feas después de 2 meses .

Siguiendo la línea de expresión adoptada por Filio, yo de verdad digo: pobre de aquella gente que no ha escuchado música de verdad, pobre la que se mete a antros ruidosos para ni siquiera escuchar a quien llevas, donde estas incomodo y donde es imposible pasársela bien, pobre de la gente que no sale de las canciones de los Jonas Brothers, de Belanova y Kudai, de Valentin Elizalde y los Horóscopos de Durango, de Daddy Yankee y Calle 13, en verdad las compadezco, pues mira que privarse de las mejores cosas de la vida, es de lamentarse, y en ocasiones de indignarse (como la vez que una estúpida de mi trabajo dijo que la música en donde no cantaban estaba bien fea: porque “se escuchaba rarito”… >( ). Cómo no sentirse indignado, por que otra cosa seria el mundo con el arrebato cósmico-molecular que hace que se encrespe tu piel al escuchar la sinfonía 40 de Mozart, E Flat Major de Chopin, la voz de Christina Booth, la guitarra de Fripp, las atmósferas de Barbieri, la brillante ejecución de octópodo de Neil Peart, las letras oscuras de Steven Wilson, la alegría de Anderson y Wakeman, en fin… así podría seguir… es difícil no indignarse, pero parte de esa indignación es lo que hace que me guste esa música, por que si a mucha gente le gustara, a mi no, es como cuando antes de que saliera la canción de “Eres” de Café Tacvba, esa canción era la gran mamada, y miguel, shaggy y yo la cantabamos tan alegremente, que todo el mundo creía que miguel la había compuesto, después llegaba raza pendeja, de esa que sabes que nomas escucha música cuando se pone pedo, las niñas que la usan en el radio de su carro bien del trayecto de la casa a la escuela y de regreso, las que ven MTV, en fin toda esa maraña poser nos decía: ya escuche eres, y empecé a indignarme y dejo de gustarme. Es contradictorio, pero solo estoy conforme cuando alguien selecto conoce mi tipio de música y lo que significa para mi la misma, por que en si, LA MÚSICA ES MI VALVULA DE ESCAPE contra todo y para todo…

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