28 de enero de 2008

28 de Enero.- You are Fired

Yo digo que en buena parte la riqueza de los Estados Unidos se finca en tres palabras: "You are fired". "Está usted despedido". Existe en ese país, desde su fundación, una ética del trabajo, ética de raíz puritana, protestante. Pero tal principio ético va acompañado por una coacción: la posibilidad de usar la fuerza para incitar a la persona a observar esa ética o, en su caso, castigar su incumplimiento. Los norteamericanos tienen en el "You are fired" el impulso mejor para el trabajo, y el castigo mayor para la pereza o la irresponsabilidad. En efecto, quien quiere conservar su empleo debe rendir cada día una jornada honesta y efectiva de trabajo, pues en caso contrario su patrón podrá echarlo a la calle con esas tres simples palabritas. En México, en cambio, quien contrata a un empleado o trabajador parece que se casa con él. Despedir a alguien es casi tan complicado -y tan costoso- como divorciarse. Hay que pagarle al mal trabajador para que se vaya. Eso explica por qué en el terreno laboral es donde florece la mayor corrupción abogadil. Hay rábulas que encuentran en "la defensa del trabajador" campo propicio para esquilmar lo mismo al patrón que hizo el despido que al empleado a quien despidió. Una legislación paternalista, so pretexto de remediar los excesos del liberalismo -excesos, por lo demás, reales y verdaderos-, convirtió al trabajador en una especie de menor de edad sujeto a la tutela del Estado, y al protegerlo, igualmente con exceso, hizo de México uno de los países menos productivos y con una de las más bajas culturas laborales en el mundo. El mismo trabajador es el mayor perjudicado por esa viciosa situación. A ella debe atribuirse en gran medida la falta de empleos: el empresario mexicano, y más aún el extranjero, la piensan dos veces antes de crear aquí una fuente de trabajo, pues conocen muy bien los riesgos que derivan de esa excesiva protección al trabajador. Eso explica también la baratura de la mano de obra mexicana: el empleado hace como que trabaja, y el empleador hace como que le paga. Todo esto no cambiará sin una reforma laboral a fondo, y sin una nueva cultura laboral. Mientras eso no se haga México seguirá ligeramente jodidísimo....