Es increíble como puede cambiar tu vida en una semana, un domingo atrás la veía sin sentido, la veía sin poder precisar que iba a hacer, como iba a durar vivo, del suicidio a la sonrisa, de verme sumido, como diría Jose Alfredo “en un abismo profundo y negro como mi suerte”, vi la luz… No cabe duda que el tiempo le devuelve a todos lo que nos corresponde, lo que merecemos.
En dos meses, las situaciones fluctuaron, vorágine huraña de la irresponsabilidad de mi vida: perder mi trabajo, mi novia, la confianza en mi mismo, parte de mi patrimonio, a aquella pequeña semilla esperanza de una vida diferente, no mejor, solo diferente… dos meses después se vislumbra que puedo recuperar la mayoría de esas cosas, aun no es seguro, pero lo único que me quedo de la caja de pandora después de haber sido abierta es mi mayor motivo de alegría ahora… mi sonrisa ha vuelto, aunque no se ve bien, es bueno recuperarla…
El martes me llamaron a que recuperara mi puesto dentro del Poder judicial, me pondrán a prueba.. pero, que mas da? Es mi trabajo… Ademas no estoy seguro que me acepten aun.. pero que me estén contemplando ya es algo, cierto? Se que es un pensamiento mediocre, pero prefiero tener eso a amilanarme…
El non plus ultra de que el amor aun existe… de que cinco kilos menos es una sobredosis como para mantener la cordura, de que vi a Dios por dos segundos… de… quedarme callado… el “rey de las palabras” quedo mudo ese dia…
Los demás fueron normales, tener un dia normal después de los pasados es algo bueno…
Esta semana no tuve una sola idea de que escribir aquí, asi, a quien le importa?
No soy ni algo cursi, para nada, pero ahora me siento asi, y a quien le imprte, estoy contento si se le puede llamar asi, es una sensacion magnifica, lleno de esperanza, mas no feliz, por que ese término no existe (feliz es una expresión hecha por una de dos, o por la Iglesia Católica o por las compañías de dulces, de todos modos las dos son organizaciones tenebrosas). La felicidad, como un permanente y perpetuado estado de bienestar de la persona humana con sus relaciones laborales, espirituales, amorosos, amistosos, sociales y económicos no existe, pero hasta ahora no hemos encontrado una palabra que defina esa sensación que siento ahora… quizá estoy al borde de ella, aun no, aun no puedo cantar victoria…
Que cosas!, escribo tan mal y tan sin ideas cuando estoy asi, no como cuando estoy triste o al borde del suicidio, pero no me importa, de todas formas tengo palabras para todo… y las seguire teniendo.
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